si compras mucha más leche de la que probablemente consumirás antes de que se estropee, siempre existe la opción de congelarla. Sin embargo, para congelar la leche con éxito, hay algunas cosas que debe tener en cuenta. Lo primero es que la leche, como cualquier líquido, se expandirá cuando se congele, por lo que si planea congelarla en su recipiente original, deberá verter unos centímetros antes de hacerlo., Vuelva a sellar el recipiente, asegurándose de que sea hermético, y luego guárdelo lejos de cualquier otro elemento que pueda transferir olores o sabores no deseados a la leche. Al lado del helado debe estar bien, pero justo contra el pescado congelado no es tan bueno.

cuando llegue el momento de sacar la leche del congelador, debes descongelarla toda la noche en el refrigerador., Descongelar cualquier cosa a temperatura ambiente lo convierte en un caldo de cultivo de bacterias, y dado que las bacterias contaminantes de los alimentos tienen la intención de dificultar nuestras vidas, debemos devolver el favor en lugar de facilitar sus pequeñas reuniones en los mostradores de la cocina. Su leche descongelada puede tender a ser algo grumosa debido al hecho de que las grasas se han separado del líquido, pero una buena agitación (o un zumbido en la licuadora) ayudará a que la leche recupere su textura anterior. Si todavía es demasiado raro para que lo bebas, siempre puedes usar leche previamente congelada para cocinar.