el omnipresente bastón de caramelo de Navidad es un símbolo de las raíces simples del cristianismo, uno tan antiguo que casi hemos olvidado su origen.
el caramelo toma la forma de un ladrón de pastor, representando a los humildes pastores que fueron los primeros en adorar al Cristo recién nacido.,
aunque los orígenes del bastón de caramelo son casi completamente americanos, tiene sus raíces en Europa, donde las leyendas dicen que en la década de 1600, el director del coro de la Catedral de Colonia en Alemania repartió palitos de azúcar a sus jóvenes cantantes para mantenerlos callados durante la larga ceremonia de la guardería.
alrededor del cambio de siglo, según las cuentas, un fabricante de dulces del Medio Oeste decidió hacer un caramelo de vacaciones para los niños que sería un recordatorio de Cristo y un símbolo de su nacimiento, ministerio y muerte.,
El candymaker comenzó con un palo de caramelo duro blanco puro para simbolizar la pureza, el nacimiento virginal y la roca sólida, fundamento de la iglesia y la firmeza de las promesas de Dios.
la forma representa el bastón de los pastores o del propio Buen Pastor, que cuando se pone boca abajo, también es una «J», como un recordatorio de Jesús.
tres pequeñas franjas rojas fueron añadidas a los dulces tradicionales para representar la Flagelación de Jesús por los soldados romanos, y la gran franja roja es un símbolo de la sangre que derramó en la Cruz., A veces también se agrega una franja verde como recordatorio de que Jesús es un regalo eterno de Dios.
el sabor de los bastones de caramelo es menta, que es similar al hisopo. El hisopo, de la familia de la menta, era usado en el Antiguo Testamento para purificación y sacrificio.
durante años, a partir del cambio de siglo, la fabricación de bastones de caramelo fue un proceso laborioso. El tirón, la torsión, el corte y la flexión se hacían a mano y los dulces solo se podían hacer a escala local.,
no fue hasta la década de 1950 que se inventó una máquina que automatizó la producción de caña de caramelo, y luego las innovaciones de envasado hicieron posible el transporte de los dulces delicados a escala regional y nacional.
hoy en día, las cañas de caramelo vienen en todos los colores y sabores, pero el sabor tradicional de menta y la forma de bastón o ladrón sigue siendo el más popular.