Este estudio prospectivo se realizó para analizar las causas de la pérdida de injerto de piel relacionada con infección en una población general de pacientes con cirugía plástica y Reconstructiva. Se incluyeron ciento treinta y dos pacientes que recibieron injertos de piel de espesor completo o dividido para reconstruir defectos de tejidos blandos. Los defectos tisulares se agruparon según la causa de la siguiente manera: úlceras vasculares (9,2%), quemaduras (14.,5%), defectos traumáticos del tejido (36,6%) y defectos en el sitio donante del colgajo (39,7%). En todos los casos, la evaluación preoperatoria indicó una adecuada preparación del lecho de la herida. Sin embargo, la pérdida del injerto secundaria a la infección se registró en 31 pacientes (23,5%). Los cultivos microbiológicos revelaron Pseudomonas aeruginosa en el 58,1% de los casos (p<0,05), seguido de Staphylococcus aureus, Enterobacter, enterococos y Acinetobacter; 58,3% de injertos en úlceras vasculares, 47,4% de injertos en quemaduras, 16,7% de injertos en defectos de tejido traumático; y 13.,El 5% de los injertos en defectos del sitio donante se perdieron por infección. Las úlceras vasculares y las quemaduras se asociaron con mayor frecuencia a las pérdidas del injerto por infección que a otros defectos tisulares (P<0,001). No se encontró correlación entre la causa etiológica de los defectos y los microorganismos cultivados. Sin embargo, las infecciones por Pseudomonas fueron más fulminantes y causaron un aumento de la tasa de reoperación 4,2 veces (P<0,05). Los injertos de espesor completo fueron más resistentes a la infección que los injertos de espesor dividido (p<0,05)., La pérdida del injerto por infección también fue más común en injertos aplicados a las extremidades inferiores o cuando se realizaron en múltiples sitios. En conclusión, el 23,7% de los injertos de piel se perdieron por infección en un grupo de pacientes de Cirugía Plástica general. La pérdida del injerto relacionada con la infección fue más frecuente en úlceras vasculares y quemaduras, y la causa más común fue Pseudomonas aeruginosa.