El 39% de los pacientes con hematuria monosintomática tienen neoplasia.

¿Hematuria = cáncer?

El aspecto más importante del estudio de la hematuria es identificar a los pacientes con causas potencialmente fatales. El riesgo de que la causa del sangrado sea grave es del 25% cuando se trata de varones mayores de 50 años con macrohematuria.

El 7,5% de los varones mayores de 50 años con hematuria presenta una neoplasia.

¿Existen grupos de riesgo?,

Los factores personales de riesgo neoplásico que obligan al estudio de la microhematuria son los siguientes: trabajadores de industrias químicas con exposición a bencenos o aminas aromáticas; abuso de los analgésicos y del tabaco; presencia de infecciones crónicas de orina, dolor en la micción o superar los 40 años.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?,

En la fase preliminar del proceso diagnóstico de la hematuria, el urólogo debe definir si es micro o macroscópica, en qué fase de la micción se produce, si está asociada a dolor y si el paciente elimina coágulos.

El tipo de hematuria en los pacientes que no presentan elementos de riesgo se determina tras la realización de una ecografía y una UIV.,

Si el paciente no ha sido bien diagnosticado, presenta hallazgos dudosos, sangra más copiosamente, presenta síntomas acompañantes o pertenece a uno de los grupos de pacientes con factores de alto riesgo con macro o microhematuria es preciso desplegar todo el protocolo diagnóstico que incluye además de la ecografía y la UIV, la realización de citología y citoscopia, además de pruebas complementarias de diagnóstico por imagen (TAC o RNM, angiografía, ureterorrenoscopia o flebología).

¿Cómo se trata la hematuria?,

El tratamiento de la hematuria está determinado por el origen de la misma: renal, vesical o prostático. La terapia médica para el tratamiento de la hematuria contempla la administración de anfibrinolíticos (para favorecer la formación del coágulo), anticistopáticos (para reforzar los capilares) o la introducción de potentes anticoagulantes para conseguir la lisis completa de coágulos.,

Por su parte, las técnicas quirúrgicas más utilizadas para el tratamiento de la hematuria son el desbloqueo o el lavado vesical (desalojo de la vejiga los coágulos retenidos y drenar la orina), el lavado continuo a través de una sonda, el taponamiento mediante la colocación de un tampón a presión que oprime el foco sangrante, la ablación eléctrica o mediante láser de las lesiones o el cerclaje de la cápsula prostática.

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