¡Oh glorioso Apóstol, San Judas Tadeo, verdadero pariente de Jesús y María, Te saludo a través del Sagrado Corazón de Jesús! A través de este corazón, alabo y doy gracias a Dios por las gracias que él te ha otorgado. Humildemente postrado ante ti, te imploro a través de este corazón que me mires con compasión. ¡Oh, no desprecies mis pobres oraciones; que no se confunda mi confianza! A vosotros Dios os ha concedido el privilegio de ayudar a la humanidad en los casos más desesperados. ¡Oh, ven en mi ayuda, para que pueda alabar las misericordias de Dios!, Toda mi vida, te estaré agradecido y seré tu fiel cliente hasta que pueda agradecerte en el cielo. Amén.
Apóstol bendito con confianza te invocamos! (Tres veces)
San Judas, ayuda de los desesperados, ayúdame en mi angustia! (Tres veces)
ruega por nosotros, para que antes de la muerte, expiemos todos nuestros pecados por arrepentimiento sincero y la digna recepción del santo sacramento. Ruega por nosotros para que aplacemos la justicia divina y obtengamos un juicio favorable. Ruega por nosotros, para que seamos admitidos en la compañía de los bienaventurados para regocijarnos en la presencia de nuestro Dios para siempre.,> Oh glorioso Apóstol, mártir y pariente de Jesús, San Judas Tadeo, que difundió la verdadera fe entre las naciones más bárbaras y distantes; que ganó a la obediencia de Jesucristo muchas tribus y pueblos, por el poder de Su santa palabra, concédeme que desde este día renuncie a todo hábito pecaminoso, que pueda ser preservado de todos los malos pensamientos, que pueda obtener siempre tu ayuda, particularmente en todo peligro y dificultad, y que pueda alcanzar con seguridad el país Celestial contigo, para adorar a la Santísima Trinidad – El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo – para siempre y siempre.,
Amen.