se dice que, » un viaje de mil millas comienza con un solo paso.»Esto se atribuye a Lao-Tzu, un brillante filósofo chino que escribió mucho sobre el Tao. Más correctamente, la traducción correcta del chino es » el viaje de mil millas comienza bajo los pies de uno.»
me encantan ambas declaraciones. A primera vista, podrían parecer tener significados casi idénticos., Se cree que son intercambiables, pero de hecho, cada uno es bastante diferente del otro.
echemos un vistazo a la traducción menos conocida pero correcta primero. «El viaje de mil millas comienza bajo los pies.»Esta es una declaración tan hermosa. Está lleno de optimismo y esperanza. Se trata de mirar dónde estás, aquí mismo, ahora mismo, aceptando lo que es, aceptando dónde estás parado ahora, y no mirando detrás de ti, dejando el pasado donde pertenece.,
se trata de ver lo que necesita cambiar en ti mismo o en tu vida. Se trata de prepararse para el movimiento hacia adelante, para el crecimiento. Es brillante. Es emocionante. Es empoderador. Está lleno de anticipación.
conduce directamente a la más conocida versión: «Un viaje de mil millas comienza con un solo paso.»Esto también es muy hermoso. Enseña paciencia, determinación y perseverancia ante una meta que parece tan lejana. Enseña gentileza en el arte del cambio. No tienes que hacerlo todo a la vez.,
ofrece esperanza y aliento a cualquiera que esté en un camino difícil, especialmente cuando existe la tentación de rendirse, o ni siquiera comenzar en primer lugar.
ser consciente de lo que está debajo de sus pies, y lo que está en ese punto de mil millas le ayudará a decidir dónde colocar su pie con ese primer paso, y todos los demás que siguen. Ese primer paso comienza a alejarlos de donde están ahora, de lo que yace bajo sus pies.,
Y si usted acaba de seguir levantando el pie y poniendo abajo, un pie delante del otro, usted se moverá más lejos de donde está ahora, y con cada paso, un poco más cerca de donde usted quiere estar.
no temas poner tu pie en el lugar equivocado. Esto sucede a veces cuando miras hacia abajo a tus pies, en lugar de hacia adelante a tu destino, pero puedes corregir el problema. Manténgase enfocado en el destino; sus pies seguirán a sus ojos.,
primero: echa un buen vistazo a lo que hay debajo de tus pies. ¿Dónde estás ahora? ¿Qué necesitas aceptar sobre tu situación? ¿Cuál es tu realidad actual? ¿Qué quieres cambiar al respecto?
segundo: comienza con ese primer paso. Una vez que conozcas tu destino y tengas una visión clara de él en tu mente, levanta un pie y vuelve a colocarlo. Sigue poniendo un pie delante del otro y con el tiempo, estarás donde quieres estar.