Los expertos no ven los mismos riesgos en la televisión, al menos de momento: «La mayor distancia de exposición a las pantallas hace que no incida tanto en el insomnio», apunta Merino. Pero si estás pensando en comprarse una tele para el dormitorio, la experta aconseja no decantarse por la más grande, ni por la que tenga más definición., Tampoco recomienda los videojuegos antes de ponerse el pijama porque el problema «no está solo la exposición a la luz, también está la estimulación cerebral», concluye. Y dormir no es ningún juego.
La Sociedad Española del Sueño insiste en la importancia de mantener una rutina desde la infancia que incluya horarios de descanso regulares y en la que la mayor actividad se concentre en las horas de luz. Para no complicar más la situación, es importante que cuando uno no puede pegar ojo se levante de la cama., Es mejor que quedarse dando vueltas sobre el colchón porque evita añadir al insomnio un cuadro de estrés y ansiedad. Y no hay recurrir a matar el tiempo con el móvil, la tablet o el ordenador porque es contraproducente.
Tratar el problema requiere la visita a una unidad del sueño, donde se tratan trastornos de índole psiquiátrica, respiratoria y neurológica en todas las edades. Y cuanto antes se consulte al médico, mejor, ya que eso ayuda a evitar que el insomnio se cronifique., También es muy importante no automedicarse, y mucho menos con Orfidal, cuya presencia en los botiquines caseros está muy relacionada con los trastornos del sueño. Este fármaco no es un somnífero, sino un ansiolítico, o sea, que está indicado para tratar la ansiedad, no el insomnio. Los ansiolíticos, además de crear dependencia, pueden empeorar los trastornos del sueño y provocar problemas de memoria. Quien ya esté usándolos debe saber que su retirada debe estar pautada.