antecedentes

la enfermedad de altitud (HAI) es un término utilizado para describir un grupo de afecciones cerebrales y respiratorias que pueden ocurrir mientras se viaja a altitudes superiores a 2500 metros ( ~ 8200 pies ). El IAH se caracteriza generalmente por dolor de cabeza, náuseas, vómitos y cansancio (a menudo llamado mal agudo de montaña), pero puede afectar el cerebro o los pulmones en diferentes individuos. En esta revisión, evaluamos los medicamentos más utilizados para prevenir la aparición de esta enfermedad.,

Características del estudio

La evidencia está vigente hasta enero de 2017. Se incluyeron 64 estudios relacionados con seis tipos diferentes de fármacos recomendados para la prevención de IAH. La mayoría de los estudios se realizaron en zonas montañosas de gran altitud, mientras que el resto utilizó cámaras de baja presión (hipobáricas) para simular la exposición a la altitud. Las edades de los participantes oscilaron entre los 16 y los 65 años. Once estudios incluyeron a personas con un alto riesgo de esta afección debido a su historial de IAH u otras enfermedades como el asma., Veinticuatro ensayos proporcionaron la intervención entre tres y cinco días antes del ascenso, y 23 ensayos, entre uno y dos días antes. La mayoría de los estudios incluidos alcanzaron una altitud final de entre 4001 y 5000 metros sobre el nivel del mar. En 23 de los estudios incluidos, la fuente de financiación no estaba clara. Solo 18 estudios declararon sus posibles conflictos de intereses. Clasificamos 24 estudios más como todavía en curso o en espera de evaluación.,

resultados clave

nuestros hallazgos sugieren que la acetazolamida es un tratamiento eficaz para la prevención de IAH aguda en dosis de 250 a 750 mg/día, cuando este medicamento se compara con un placebo (es decir, una píldora sin agente activo). La mayor parte de la información disponible se refiere a la prevención de IAH sin complicaciones (dolor de cabeza, náuseas, vómitos y cansancio) más que a problemas cerebrales o pulmonares más graves. También encontramos que la acetazolamida se asocia con un mayor riesgo de parestesia en los dedos (p. ej., sensación de hormigueo, cosquillas, pinchazos o ardor en la piel), aunque este resultado no está bien informado en la evidencia disponible. Los beneficios y daños de otros medicamentos como el ibuprofeno, el budenósido y la dexametasona no están claros, debido al pequeño número de estudios.

la Calidad de la evidencia

Hemos evaluado la calidad de la evidencia moderada a muy baja. Varios estudios tenían deficiencias de calidad, incluido el uso de un pequeño número de participantes y la falta de informes de resultados importantes, como los efectos secundarios., Para la mayoría de los medicamentos cubiertos por los estudios, se requiere investigación adicional para aclarar su eficacia y seguridad.